Lamentablemente ésta situación vuelve a repetirse tal como viene ocurriendo en los últimos cierres de años, la que se convierte en mucho más triste, dolorosa y contradictoria cuando entre esos colegios hay algunos que pertenecen al credo católico a cuyos dueños se les escucha decir, muy a menudo, que su lucha es la de respetar los derechos de los trabajadores.
Efectivamente, el gremio reporta despidos (sin contar aquellos de los que no fue notificado) dedocentes de las siguientes instituciones educativas: Divina Providencia, Obispo Caixal, Rosarito Vera Peñalosa, San Pedro Apóstol en Córdoba Capital y Galileo Galilei y Da Vinci, ambos de la Ciudad de Río 4to.
Así mismo, el sindicato recuerda que no existe ninguna ley que al empleador le otorgue el derecho a despedir personal. Ésa es una acción absolutamente ilegal y por ende nula, injusta y totalmente arbitraria. La ley sí lo faculta a contratar personal pero "no" a removerlos y muchos menos sin una justa causa que lo amerite.
Además, sostiene que el despido despoja de "Dignidad" a una persona, le quita la posibilidad de realizarse personalmente y, lo que es peor aún, su nueva condición de desempleado le priva de llevar el sustento a su familia, esto sin reparar en los daños psicológicos (angustia, incertidumbre, depresión, etc.) que acarrea.
Para finalizar, afirma que la indemnización no repara el daño moral y social que le ocasiona al despedido, siendo solamente un paliativo económico hasta que pueda conseguir un nuevo empleo, casi una utopía en el contexto actual.